sobre el caso Zapata

Este fin de semana ha saltado una polémica totalmente estéril y malintencionada, por unos twits de hace cuatro años del edil madrileño Guillermo Zapata. Se puede estar de acuerdo o no con los chistes, incluso puede que sean de mal gusto y así lo ha confesado el propio Zapata, pero no pueden entenderse fuera de su contexto, como tampoco se puede omitir el hecho de que toda la demagogia y la mala baba que se está vertiendo a su costa se produzca en el momento concreto en que las candidaturas populares han desembarcado en distintos ayuntamientos tras las elecciones del pasado 24 de Mayo. Aquí lo explica perfectamente el propio Zapata y en este otro enlace su amigo, el cineasta Nacho Villalongo reflexiona sobre ello.
Se constata las enormes dosis de hipocresía con esto de la libertad de expresión, con la que a muchos se les llena la boca cuando interesa y sin embargo se les atraganta cuando puede afectar a sus temas sagrados e intocables.

Algunos medios están ojo avizor con los nuevos agentes políticos y muestran una actitud distinta frente a ellos diferente que la que suelen mostrar habitualmente con aquellos pertenecientes al establishment.
"Las quejas por el marcaje a los nuevos actores políticos son irrelevantes, puesto que se habían atribuido una elevada superioridad moral y política, y no deben protestar por estar sometidos a un escrutinio intenso"
En estos términos se justificaba el diario EL PAÍS en su editorial del pasado 16 de Junio.
En fín ....